Por Antonio Tovar Chávez y Joel Iván Zúñiga Carrera
Las diversas modalidades de transportarnos, la obligación de reducir el tránsito automotor y el ser seres preocupados por la situación actual del planeta y los problemas ambientales cada vez más notorios. Son algunos de los motivos por los que se ha impulsado el usar la bici como medio de transporte.
“LOS USUARIOS QUE UTILIZAN LA VÍA SE HAN DADO CUENTA QUE NO ESTÁN SOLOS”
Con el paso del tiempo la ciudad de Guadalajara ha sido testigo de cómo la infraestructura y la cultural ciclista ha evolucionado de manera positiva, tanto que hoy en día se posiciona en los primeros lugares prometiendo un mejor futuro en materia de movilidad urbana.
Como dos personas que no solemos utilizar como medio cotidiano de transporte la bicicleta, nos pusimos en los pedales de quien realmente lo hace, Con el objetivo de dar un punto de vista real mediante un recorrido guiado por nuestros instintos. Así que partimos sin alguna ruta definida de nuestra oficina EPS vial a la glorieta Chapalita, nos propusimos trazar nuestra ruta según nos brindaran las factibilidades en infraestructura, seguridad y comodidad.
Lo primero que llamó nuestra atención es como el usuario no dimensiona la importancia que tiene dentro de la vía, el ciclista resulta vulnerable al competir con el automóvil por ocupar un espacio y ese fue la primera situación a considerar para decidir cuál sería la ruta para seguir, circular por vialidades con alta carga vehicular nos presentó uno de los primeros retos del recorrido: APROPIARNOS DE NUESTRO CARRIL PARA CIRCULAR.
Si bien el tomar un carril para circular no debería presentar mayor problemática
como usuario de la vía, el estar sobre un vehículo en claras desventajas de seguridad, convierte esta acción en una decisión que requiere de valentía por parte del habitual usuario de la bicicleta, observamos cómo se tiene que lidiar con obstáculos como vehículos estacionados en zonas prohibidas (incluso doble fila), la impaciencia por parte de automovilistas que se sienten afectados por tu incapacidad de igualar las velocidades que AUTOMOTOR les brinda, si el ciclista corre la misma suerte que nosotros sentirá una mirada poco amistosa y un par de “claxonazos”.
A pesar de esto, nuestro recorrido continuó sin mayores complicaciones, cada vez resultaba más placentero y las ganas de explorar más vías alternas aumentaban, normalmente al ir dentro de un coche la capacidad de observar lo que sucede en la ciudad se reduce, cabe señalar que el clima estaba a nuestro favor, nuestro recorrido no podía estar saliendo mejor. Sin embargo, no todo podía salir a la perfección (para beneficio de este ejercicio), y sin esperarlo nos vimos frente a nuestro segundo reto: EL CRUCE SEMAFORIZADO
Con el afán de brindar mayor seguridad, en Guadalajara intentado implementar el señalamiento necesario para hacer a la vialidad un espacio que acoja de la misma manera que lo hace con el automóvil al ciclista, sin embargo la falta de mantenimiento (caso aplicable en el señalamiento en general existente en la ciudad) convierte con el paso del tiempo a este espacio en una mancha gris donde los usuarios más vulnerables llevan todas las de perder, situación que vivimos al llegar a nuestro primer crucero semaforizado.
Observando nuestro entorno notamos la cantidad de personas que utilizan la bicicleta ya sea como medio de transporte, o como es el caso de Don Felipe y Catarino como herramienta de trabajo.
“-Solo usamos la bicicleta para trabajar, ya para salir algún lado o pasear no porque es difícil por los carros que pasan muy cerca y hay que estar alerta, ahí nos ayudamos entre los dos.”, nos comentaron al acercarnos a platicar.
Situación similar a la del oficial Rodrigo Hernández que a diario realiza su trabajo sobre su bicicleta, “-A nosotros nos dan unos cursos para poder circular en las calles y avenidas. Nosotros estamos en nuestra bici 4 horas de las 8 o 5 tal vez, lo que es el traslado a nuestra base y regreso o cuando hay algún accidente de tránsito. Yo creo con los automovilistas convivimos de la mejor manera, yo creo que ha cambiado, ha mejorado con el paso de los años para el ciudadano”.
En este punto del recorrido decidimos que sería buena idea regresar utilizando otra ruta completamente distinta, decisión acertada ya que encontrarnos con nuestro amigo Alfonso que trabaja como mesero en un restaurante ubicado en la zona, al estar con él nos pareció buena idea saber su opinión acerca del tema, “-Como es una zona donde se mueve ya mucha gente mayor todos llegan en carro y como todos ofrecen servicio ballet. Otro problema es que la ciclovía solo está en la rotonda y hacia arcos y no hay continuidad.”
Ahora la sensación era diferente, el recorrido cambio las avenidas con tres carriles, cruceros semaforizados, claxon y miradas de pocos amigos, por cocheras con perros ladrando, parques con gente haciendo ejercicio, incluso un canal. El entorno era distinto pero el objetivo era el mismo.
Estando a pocas cuadras de terminar el recorrido se nos unió en el camino José Luis y su hijo Darío quienes parecían llevar más minutos que nosotros sobre su bicicleta y comenzamos a platicar con ellos,
“-Venimos del desde el crit occidente por el panteón jardín por la estación del tren de patria y todos los días vamos y venimos hacemos como 20 min de ida y 20 min de vuelta. Llevamos 2 años haciendo esto”
“ -Lo más complicado son los baches y carros que te pasan bien cerca, cualquier bache que pises te puedes ir.”
“-La velocidad es una de las ventajas llegas más rápido a tu destino porque no tienes que hacer filas, pero dependiendo la vía por donde te vayas.”
“-Como todo hay gente que te respeta y hay gente que no pasando mariano otero por ahí del parque hay carros que se estacionan en donde no pueden obstaculizando nomas”.
Al finalizar el ejercicio las conclusiones eran distintas a las que existían antes de comenzar el recorrido, la mentalidad del tapatío ha comenzado a cambiar de manera positiva, si bien la infraestructura ciclista (y vial en general) no termina de ser adecuada, los usuarios que utilizan la vía se han dado cuenta que no están solos, en este espacio destinado para desplazarnos a diario convivimos coches, peatones, ciclistas y transporte público, cada uno con necesidades distintas pero todos con un mismo fin.
El futuro parece prometedor y de la mano con el sector público estamos en un punto de no retorno en el que debemos comenzar a interesarnos más por los temas de movilidad que atañen esta ciudad.
Muchas cosas deben cambiar, pero vamos por buen camino.